4. Coherencia

… qué poca coherencia demostramos en nuestro planteamiento vital! Qué mal enfocados estamos! Qué rabia da… Verlo tan obvio y tan claro cuando la existencia te lo pone delante, pero vivir permanentemente de espaldas a la realidad. Darle importancia a lo que no lo tiene. No dársela a lo que, sin duda, lo ES. Un terremoto, un amigo enfermo, un niño que sufre… me abren los ojos. Por qué los cierro después!?

Pasamos por este Mundo haciendo el auténtico capullo. Lo que tengo, lo que parece que tengo, donde he estado, lo que pone en mi tarjeta de visita, el logo de la camiseta,… O peor aún… “acelera que está en verde cojones!”, “espabilao… es mi turno”, “por mis pelotas que hoy no vemos Tele5”… Y nos olvidamos de disfrutar y agradecer lo que tenemos: VIDA.

Por qué!? Explicación racional encuentro. Como humanos no estamos preparados para adaptarnos a la nueva situación. Durante millones de años la selección natural se ha quedado con los que tenían más capacidad para sobrevivir. La supervivencia el único objetivo. Como mamíferos que somos, necesitamos el AMOR (cariño, admiración, aceptación, respeto,…) de otros. ¿Qué hace que una mona se ocupe de alimentar, enseñar, cuidar a su cría? Objetivamente, para la mona es mucho más racional no hacerlo. Tendría más posibilidades de sobrevivir sin cargas. Por AMOR, pone en riesgo su existencia. Gracias a ello, el monito sobrevive. Si no fuera “querido” no duraría vivo más que unos instantes. Esa necesidad de ser “queridos” está escrita a fuego en nuestro código genético. El abandono nos mata.

Cuando la supervivencia está garantizada, como sucede aquí y ahora (año 2011, occidente), esa necesidad se convierte en condena: La búsqueda del reconocimiento social… Nuestras capacidades como humanos para sobrevivir, nos limitan en el nuevo escenario. Tenemos comida y bebida. No nos atacan los leones o los osos. Sin embargo, nuestra “programación” no está adaptada a la nueva realidad. Seguimos necesitando sentirnos queridos. En ocasiones, de forma patológica y enfermiza.

Si juntamos esa necesidad individual con un planteamiento colectivo irreal, superficial, artificial y falso… (una sociedad podrida) nos convierte en demandantes de reconocimiento a través de valores irreales, superficiales, artificiales y falsos. Consecuencia: insatisfacción permanente.

Cuando la VIDA nos muestra su lado más real, necesario y cruel: la MUERTE, por un instante distinguimos lo importante. Inconsientemente, lo comparamos con nuestra “irrealidad”. No encaja. Descartado.

Esta última vez, en ese instante de lucidez, me ha dado tiempo a repasar los últimos 10 motivos de cabreo, angustia, dolor,…. que he padecido. Os diré lo que siento: VERGÜENZA.