5.06.2011

2. Respeto

… soy muy de “fiesta popular”. Mucho. Lo reconozco. Me gusta todo lo que allí pasa.

Lo que representa. Respeto a las tradiciones. A costumbres interiorizadas a lo largo de los años. Rara, la que no tiene origen en lo básico del ser humano: supervivencia. La madurez de las cosechas (trigo, castaña, manzana, uva [esas son buenas!]), los cerdos ya criaos, las sardinas cerca de la costa, el frío invernal que nos deja y se puede salir al exterior sin miedo a morir congelado. Todas adornadas y dedicadas a un Santo local… bueno recordar que vivimos en una sociedad de tradición judeocristiana (por mucho que le moleste a algunos). Esa tradición que es fuente de respeto a las personas; hombres y mujeres.

Tener un motivo para “agarrase una buena melopea” desde por la mañana hasta la mañana siguiente, es un buen plan! Estar ebrio, con mucha más gente ebria, a plena luz del día… es otro rollo… Qué más dará si se llama San Fermín en Pamplona, la Virgen de la Guía en Portugalete, las Fiestas de Santoña, Los Conciertos de las Velas de Pedraza, el Corpus de Toledo o la Feria de Chiclana. Que no se engañe nadie. Pasear al Santo o Santa; unos rezos para liberar conciencias; una actividad lúdica original; y, comer, beber hasta reventar; ponerse guapo y bailar… común a todas. No veo diferencias entre esto y la mejor despedida de soltero que se pueda organizar… eso sí, de gente sana.

En todas he estado. Uniformidad indispensable. En cuanto una fiesta tradicional abandona el uniforme… botellón infumable. Qué sería un 7 de julio sin vestimentas blancas y pañuelos rojos soltando adrenalina delante de 6 Miuras!? Nunca he llegado a correr delante de un toro. Lo más cerca que estuve, acabé escapando de los Forales que nos expulsaban del recorrido por borrachos. Qué grandes eran! Más miedo que a un Vitorino. Cuánto corrimos! Aún les doy gracias (y a Dios).

Y un Marmitako de Portu… si ellas no van de arrantzales… se cortan el flequillo a macheta, se calzan pantalones perroflauta y camisetas naranjas de tirantes… Un horror! Lástima que se politice. Qué bonito lo bonito. Familias unidas, esmerándose en un bonito, bonito. Música sentida que llora desde un txistu de fondo. Sol. El Puente Colgante. Txakolí.

Algo peor sucede en Chiclana. Abandonado el traje de faralaes, se uniforman con la moda de mercadillo. Cuando yo estuve, “prenda” indispensable el top con forma de rombo; cordón en el extremo superior atado al cuello; de los vértices centrales dos tiras atadas atrás. El inferior libre. Espalda al aire. Las estilizadas… vaya. Las entradas en carnes… inconmensurables lorzas laterales a la vista. Tremendo.

Y Pedraza!? Alumbrado sólo por velas… un espectáculo. Belleza centenaria sin tapujos. Fin de fiesta bailando la conga con el público local. A la mía, las oriundas, que no le dejan irse… no me extraña.

Toledo en el Corpus merece la pena. Recargada decoración de calles y fachadas. La sombra que dan, lo explica todo. Agotadoras las cuestas. Banquete de boda en el regreso al hotel. La única vez que me he colado en uno. Y tú de quién eres? Yo del novio… Pero si del novio soy yo y no… Paquito el Chocolatero sale al rescate. Voy a por otra. Eh! Eh! Eh!

1 comentario:

  1. Anónimo9.5.11

    ¡Ya lo tengo! Eres un híbrido perfecto entre Punset y Labordeta. Curiosa combinación, por cierto.

    ¡Sigue así!

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