5.10.2011

3.b. Orientación

... Don Antonio, durante muchos años consiguió mantener un negocio rentable. Ayuda inestimable la de Braulio y Catalina. No se hizo rico, pero vivía bien. Pagaba a sus proveedores, sus impuestos, su hipoteca... Incluso pudo mandar a sus hijos a un buen colegio y tener un fondo de pensiones en la caja de ahorros. Como Braulio y Catalina.

En general, sus costes subían más que sus precios. Pero en la ferias de muestras, encontraba nuevos proveedores. Más baratos que los tradicionales. En el 60 todos los fabricantes eran españoles. En el 2008 sólo quedaba uno. El resto importadores. Fabricación china, india e indonesia. Gracias a ellos, aumentaba márgenes!

Don Fernando era un buen ebanista. Oficio heredado de sus abuelos. En su Valencia natal, muchos como ellos. Tenía iniciativa. Hombre muy trabajador y con talento. Llegó a tener 20 empleados. Clientes en media Europa. Cada vez, la competencia más dura. En 2005, sin comerlo ni beberlo, le ofrecieron por su nave una fortuna. Estar a 500 metros de la playa, tenía su valor. La madera llevaba tiempo subiendo. Y la luz. Sus chicos… ya tenían nietos. A los 55 años, uno se merece descansar y olvidarse de problemas… Cerramos y a vivir. 20 en el paro y yo a viajar.

Allí se construyeron apartamentos. Con el finiquito, y una hipoteca que cubría más de lo que pagaban por ellos, y que terminarían de pagar a los 95 años, 5 de los despedidos compraron 5 de los apartamentos. Como el resto, pronto encontraron trabajo. En la construcción, sus conocimientos, la clave. Ellos felices. Ganaban mucho más que antes… Ahora entendían porque sus hijos dejaron de estudiar a los 18 y ahora, con 25 tenían un BMW y muchas experiencias de viernes, sábado y domingo noche. España iba bien!

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