… la captación y retención del “talento” es una preocupación antigua para las empresas. Lógico. Sus propietarios saben desde hace tiempo que los que trabajan para ellos deben generar más de lo que les cuestan; en caso contrario, sobran… A mayor “talento”, mayor facilidad para “paguarse” su salario. El “talento”... conjunto de cualidades: esfuerzo, conocimiento, capacidad intelectual, imaginación, dedicación, liderazgo, educación, iniciativa, responsabilidad, disciplina… hace atractivas a las personas.
Pues bien, algo obvio que no entra en la cabeza de los que mangonean en Galicia. Generación tras generación, jóvenes con “talento” escapan en busca de oportunidades que no encuentran. Dejan atrás sus casas, sus familias, sus amigos… sus vidas.
En las Américas primero, en Suiza y Alemania después, y en otras regiones de España antes, ahora y siempre, encontramos gallegos con “talento”. Demostrado a base de negocios fructíferos o del rendimiento que otros han obtenido de ellos. Mientras tanto, las ingentes cantidades de recursos que han enviado durante siglos, o que han traído en sus regresos con ellos, han sido dilapidados en la supervivencia del resto. Las “remesas” han permitido subsistir, pero al mismo tiempo, no retener el “talento” que se escapa, condena a la mera subsistencia.
Ha llegado la hora de que se dé un paso adelante en todos los ámbitos (políticos, sociales y económicos). De que se dedique el tiempo, los recursos y el “talento” que se precisa para cortar la sangría. Recetas mágicas que garanticen el éxito no existen. Pero requisito previo es generar ilusión. Ilusión por hacer de esta Tierra un lugar donde haya oportunidades. De que no se identifique a los gallegos como eternos emigrantes.
Las trifulcas endogámicas entre el Sr. Rey y el Sr. Lendoiro. La chapuza localista de la fusión de las Caixas. Los complejos señoritingos de los unos. El odio visceral de los otros. La mierda sindicalista galleguista… ilusión!? Asco.
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